La mañana del 3 de octubre de 1968
vistiéndome para ir a trabajar, mientras
tenía la televisión encendida, como era
y es mi costumbre, escuché la lectura
del manifiesto del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada en que se
nos informaba que había asumido el gobierno y designado Presidente de la
República al General de División Juan Velasco Alvarado.
https://es.scribd.com/doc/298982585/MANIFIESTO-DEL-GOBIERNO-REVOLUCIONARIO-DE-LA-FUERZA-ARMADA
Sus referencias a la emancipación definitiva del Perú para salir del subdesarrollo, la defensa de las riquezas naturales, la lucha contra la corrupción y otros cambios de carácter nacionalista me hicieron pensar: esta es la revolución que necesitamos pero todavía falta la expropiación de la Internacional Petroleum Company y la reforma agraria.
Al llegar al banco el desasosiego era general porque los funcionarios, incluyéndome, habían sido nombrados durante el gobierno de Belaunde quien acababa de ser deportado a Argentina.
El Arq. Ortiz de Zevallos convocó una reunión urgente del Directorio a la que asistí en mi calidad de Gerente General interino. Después de intercambiar opiniones todos los Directores acordaron dimitir a sus cargos remitiendo a Palacio de Gobierno una carta dirigida al Presidente Belaunde. Algunos días después esa carta fue devuelta por estar dirigida a una persona de “domicilio desconocido”
Seis días después, 9 de octubre, se dicta un Decreto Ley por el cual se declara la expropiación de todo el complejo industrial de La Brea y Pariñas y se anuncia que las Fuerzas Armadas tomaban posesión del referido complejo industrial.
https://es.scribd.com/doc/298982585/MANIFIESTO-DEL-GOBIERNO-REVOLUCIONARIO-DE-LA-FUERZA-ARMADA
Sus referencias a la emancipación definitiva del Perú para salir del subdesarrollo, la defensa de las riquezas naturales, la lucha contra la corrupción y otros cambios de carácter nacionalista me hicieron pensar: esta es la revolución que necesitamos pero todavía falta la expropiación de la Internacional Petroleum Company y la reforma agraria.
Al llegar al banco el desasosiego era general porque los funcionarios, incluyéndome, habían sido nombrados durante el gobierno de Belaunde quien acababa de ser deportado a Argentina.
El Arq. Ortiz de Zevallos convocó una reunión urgente del Directorio a la que asistí en mi calidad de Gerente General interino. Después de intercambiar opiniones todos los Directores acordaron dimitir a sus cargos remitiendo a Palacio de Gobierno una carta dirigida al Presidente Belaunde. Algunos días después esa carta fue devuelta por estar dirigida a una persona de “domicilio desconocido”
Seis días después, 9 de octubre, se dicta un Decreto Ley por el cual se declara la expropiación de todo el complejo industrial de La Brea y Pariñas y se anuncia que las Fuerzas Armadas tomaban posesión del referido complejo industrial.
Mientras sucedían estos históricos hechos yo trataba
de ponerme en contacto con las nuevas autoridades para pedirles que designaran
un nuevo directorio porque el BVP no podía quedar paralizado especialmente en
momentos que se estaba negociando un posible
crédito del Banco Interamericano de
desarrollo BID.
Después de varios intentos obtuve una cita con el contralmirante Luis E. Vargas
Caballero, verdadero caballero y futuro
ministro de Vivienda, quien después de escucharme me refirió a Luis López Jiménez,
próximo director del BVP, quien me dijo que tan pronto se hicieran las
coordinaciones con el Ministerio de Hacienda y Comercio se nombraría el nuevo
directorio lo que me seria comunicado.
A fines de octubre fueron nombrados los nuevos
directores a quienes fui visitando en forma individual y aplicando el mismo
esquema en la conversación como una estrategia para que me nombraran
Gerente General, cargo que desempeñaba en forma interina.
Primero me presentaba, le hacia una breve historia del BVP y en medio de la conversación le preguntaba si lo podía tutear lo que fue aceptado por todos.
Cuando se instaló el nuevo Directorio, presidido por el Arq. Manuel Valega Sayan, era evidente que sus miembros no se conocían entre ellos, excepto dos marinos, y se trataban formalmente mientras que yo los tuteaba llamándolos por su nombre Manuel, Lucho, Andrés , Pancho , etc. Lo que, aparentemente, les hizo creer que yo gozaba del respaldo del nuevo gobierno y
Primero me presentaba, le hacia una breve historia del BVP y en medio de la conversación le preguntaba si lo podía tutear lo que fue aceptado por todos.
Cuando se instaló el nuevo Directorio, presidido por el Arq. Manuel Valega Sayan, era evidente que sus miembros no se conocían entre ellos, excepto dos marinos, y se trataban formalmente mientras que yo los tuteaba llamándolos por su nombre Manuel, Lucho, Andrés , Pancho , etc. Lo que, aparentemente, les hizo creer que yo gozaba del respaldo del nuevo gobierno y
! Me nombraron Gerente General
!
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