A
comienzos de 1969 el Directorio del BVP aprobó que dos representantes del banco
participaran en la VII Conferencia Interamericana de Ahorro y Préstamo ( mas adelante se llamarían Conferencias
Interamericanas de Vivienda ) que se realizaría en la Republica Dominicana, No
recuerdo el nombre del director designado pero sí que era el más joven y
ahijado del general Ernesto
Montagne Sánchez, presidente del Consejo de Ministros y Ministro de
Guerra. El otro representante era yo, en mi calidad de Gerente General
El año anterior había asistido a la conferencia realizada en
Rio de Janeiro y durante su realización me había dedicado a estrechar vínculos
con los representes de las Mútales del Perú.
Ahora, en Santo Domingo, siendo Gerente General del BVP, tuve la oportunidad de conocer a diversos directivos de las instituciones dedicadas al
financiamiento habitacional en América especialmente de Ecuador, Bolivia, Chile
y Argentina.
También trabé amistad con el entonces carismático chileno
Ricardo García Rodríguez secretario
General de la entidad interamericana encargada de la organización del evento, a
quien quince años después yo remplazaría y él sería Ministro del Interior y Ministro de Relaciones Exteriores durante
la dictadura de Pinochet. (1)
Durante la conferencia tuve una intervención durante la cual
expuse los planes que tenía para convertir al BVP en el organismo central de
financiamiento de viviendas en el Perú lo que originó que los delegados del Ecuador
me invitaran a dictar una conferencia en Quito sobre el rol que debían
desempeñar ese tipo de organismos.
Acepté la invitación
pero indicando que no lo podría hacer
hasta que lograra mis objetivos en el banco
sin imaginar que sería precisamente en
Quito donde iniciaría , en
1970, mis “lucrativas “ actividades como conferencista , paralela a
mi carrera profesional, en todos los países de América menos en Uruguay, Cuba, Canadá y Haití.
Al terminar la conferencia el Director del banco que había
viajado conmigo me invitó a viajar por dos días a Haití en un avión que había
contratado con un grupo de otros participantes de diversas nacionalidades. Me incorporé al grupo y al día siguiente al llegar al aeropuerto
casi me regreso al hotel: era una antigua avioneta donde viajaríamos.
Después de una hora realmente tensa aterrizamos en el aeropuerto
de Puerto Príncipe, capital de Haití. Nunca había visto tanta pobreza. En 1955, siendo estudiante, trabajé como auxiliar de auditoria en Deloitte,
Plender, Griffiths & Co. y había ido
a las haciendas azucareras del norte del Perú donde aprecié una pobreza deprimente. Haití era peor.
No puedo terminar este breve recuerdo sin mencionar a Lea
Barba vda. de Arias Schereiber , mi amiga y camarada del FER, el amor imposible
de Mario Vargas Llosa (2), quien en 2015, el último año de su vida, lo dedicó a escribir la olvidada historia del primer país de América en lograr su independencia : Haití
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