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En enero de 1971 participé en la IX Conferencia Interamericana llevada a cabo en Panamá y al regreso formé parte de una comisión del Ministerio de Educación, presidida por su Vice Ministro coronel Francisco Guabloche  , con el objeto de establecer Programas de Viviendas para el Magisterio.

Con motivo del Sesquicentenario de la Independencia se inauguraron  los complejos habitacionales  Túpac Amaru (San Luis-La Victoria) y Los Próceres (Surco) promovidos y financiados por el BANVIP.

Con ocasión de estas inauguraciones y conversando con el Arq. Javier Cayo Campos, el funcionario de mayor rango técnico en el Ministerio de Vivienda, compartimos la idea de llevar a cabo un proyecto habitacional similar al conjunto San Felipe en cuyo diseño había participado el Arq. Cayo.

Algunos días después me llamó Javier para decirme que había encontrado el terreno ideal para el proyecto del cual habíamos hablado y que pasaría  por la oficina para ir a verlo. Efectivamente, esa tarde fuimos en la camioneta del banco, por la Panamericana Sur , y me mostró un enorme terreno que colindaba con la carretera y se extendía por San Borja.

Excelente, le dije, las Mutuales tienen asociados de nivel medio alto que querrán comprar sus casas por este sitio pero hay que comprar el terreno.

No te preocupes de eso me encargo yo, me contestó.

Una semana más tarde leí en El Peruano un decreto por el que se expropiaba el referido terreno pero al día siguiente se anulaba.

Llamé a Javier para preguntarle qué había pasado y me dijo que el terreno pertenecía a una fundación y que estaba destinado para la construcción del

¡ Cuartel General del Ejército del Perú Pentagonito)!