Terminada
la conferencia tomé un tour a Berlín
Este donde me doy cuenta que en esta parte de la ciudad había todo lo monumental y pienso ¿Cómo habrá
sido antes de la guerra?
Visito el museo de Pérgamo y me quedo realmente
con la boca abierta. Nunca me imaginé que hubiera un museo de obras arquitectónicas históricas provenientes de Mesopotamia,
Grecia y Roma. Lo que más recuerdo son las murallas de Babilonia y el Altar de
Zeus .No encuentro palabras para describir la belleza de estas obras y la
emoción que me provocaron.
La
siguiente parada del tour fue en el parque
monumental, Sowjetisches Ehrenmal im Treptower Park, Es un parque
con árboles y cada uno de los caminos nos conducen a diversas estatuas
en honor de los soldados soviéticos muertos en la llamada segunda guerra
mundial.
Se
me ha quedado grabada en la memoria la estatua de una madre con el cadáver de
su hijo a sus pies.
Posteriormente
me enteré que durante ese conflicto europeo murieron, aproximadamente, 26 millones
de soviéticos de los cuales 18 millones
fueron civiles. No nos olvidemos que los
alemanes creyeron que iban a luchar contra el ejército Rojo pero fueron
derrotados por el pueblo soviético.
He
dicho “la llamada segunda guerra mundial “porque, desde mi polémico punto de
vista histórico, de 1939 a 1945 hubieron
dos conflicto de intereses: los de Alemania por su espacio vital, como lo había
anunciado Hitler en su obra Mi lucha ( Mein Kampf) lo que originó la guerra
europea, llamada por los rusos la Gran Guerra Patria, y los interese de USA y Japón que originó la
Guerra del Pacifico. Como dijo Charles Maurice de Talleyrand “Los Estados no
tienen principios, tienen intereses”
Por
la tarde regresamos a Berlín Occidental y al día siguiente hice los trámites
para viajar y alojarme en Roma.
Durante
la adolescencia había escuchado la opera rusa Borís Godunov de Modest Músorgski
en unos discos de mi padre pero esa
noche asistí, por primera vez en mi vida, a la representación de una ópera que
se realizó en un teatro ultramoderno cuyo nombre creo que era Teatro de la Ópera
de Berlín.
La
ópera representada fue Tosca de Giacomo Puccini. De esa obra lo que más me
impresionó fue el Te Deum cantado por el
coro, agradeciendo el supuesto triunfo sobre las tropas napoleónicas, no
solamente por su calidad musical sino también porque se representaba a un
costado y a un nivel más alto que el escenario principal.
En
el tercer y último acto se ve en el escenario un amanecer perfecto y la
tragedia concluye cuando Cavaradossi es fusilado y Tosca se suicida.
Gran
recepción en el teatro, champagne en bellas copas de cristal y entremeses
exquisitos.
!
Adiós Berlín!
Años
después, estando en New York pude
asistir a una magnifica representación de la opera Il Trovatore de Giuseppe Verdi llevada a cabo
en el Metropolitan Opera House y a
partir de ese momento me volví aficionado a las óperas, que según los chinos, son la máxima expresión
del arte occidental ya que son tragedias en verso representadas por actores que
las cantan acompañados de música, que a veces incluyen danzas, y que al filmarse en películas se convierten
en arte visual.
Yo
añadiría que si esas películas son dirigidas por Franco Zeffirelli no puede
haber nada mejor especialmente las de
Verdi.
Francamente me declaro
“verdiano”
El
vuelo de Berlín a Roma fue un poco movido
pero el recorrido al hotel fue peor por el desorden imperante.
Cuando
llego al hotel me doy cuenta que me han estafado porque la habitación que supuestamente era con baño no lo tiene.
Discuto con el administrador y me grita moviendo las manos. Esta parte del
viaje no comienza bien.
Compro una guía para turistas y recorro la
ciudad. Via Veneto. Fuente de Trevi, sin
agua, Iglesia de San Pablo, Coliseo, Foro Romano, Plaza de España, comienza a
llover y tengo que tomar el tren para regresar al hotel.
Al
día siguiente visito la famosa catedral
de San Pedro y los museos del Vaticano comprobando como el paganismo se había
incorporado al arte cristiano, como lo dijo el famoso Marques de Sade.
Lamentablemente
no pude visitar la Capilla Sixtina por encontrarse en mantenimiento.
Hasta
este momento lo mejor de todo ha sido la
escultura en mármol conocida como la
Pietà realizada por Miguel Ángel
Continúo
mi viaje y me voy a Asís cuya catedral me gustó más que la de San Pedro sigo a
Perugia y llego a FIRENZE: lo mejor de
Italia y una de las ciudades más
bellas del mundo.
FIRENZE
es en realidad una ciudad museo como se puede comprobar recorriendo sus limpias calles rodeadas de arte
medioeval y del renacimiento,
Decido quedarme cinco días
para disfrutar de su belleza.
La Piazza della Signoria es un museo al aire libre porque está rodeado
de famosas esculturas en mármol como el
David de Miguel Angel , el Perseo con la cabeza de Medusa de Benvenuto Cellini
, la Fuente de Neptuno de Ammannati
Al
frente se puede ver la Catedral
de Santa Maria del Fiore, (El “DUOMO”) con la cúpula de Brunelleschi , el campanario de Giotto y
en su interior se encuentra una de las
tres Pietà que hizo Miguel Angel.
Al
costado del Duomo está el Baptisterio de San Juan con las tres
puertas de bronce de Ghiberti , una de las cuales se llama “la puerta
del Paraíso” porque así la nombró Dante.
También
se encuentra el Palazzo Vecchio donde entre muchas pinturas y estatuas llama la
atención la de Hércules y Diomedes donde este último, pareciera, que le está
agarrando los testículos a Hércules.
Recorro los 42 salones de la
Galería Uffizi contemplando las sus
increíbles bellezas en esculturas y pinturas. Se queda grabada en mi
memoria La primavera, obra maestra del
pintor Sandro Botticelli.
Cruzando
el Ponte Vecchio visito el Palazzo Pitti, la basílica de Santa María del Santo
Spirito y la Iglesia de Santa María Novella.
Han sido días inagotables
pero maravillosos.
¡Hasta luego Firenze!
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