Regreso
de Firenze a Roma y al día siguiente
vuelo a París donde al llegar me doy cuenta que había dejado o perdido el papel
donde había anotado el nombre y la dirección del hotel donde había hecho la
correspondiente reserva.
Voy
a una oficina gubernamental de turismo en el mismo aeropuerto donde me informan
que solo me pueden hacer reserva por una noche en un hotel, en el Barrio
Latino, para turistas despistados como yo.
El
Barrio Latino debe su nombre a la Época Medieval, cuando los habitantes de la
zona eran estudiantes que utilizaban el latín para comunicarse.
Al
llegar al pequeño y antiguo hotel me di con la sorpresa que solamente había un
baño por piso pero la buena noticia era que los que se hospedaban en el mismo
piso donde se encontraba mi dormitorio eran todas bellas jóvenes nórdicas
(suecas, danesas, alemanas, noruegas) que no cerraban las puertas de sus
dormitorios porque para ellas había mucho
calor.
Como
el costo era solamente de US $ 10 por noche llego a un arreglo con la
administradora para poder quedarme en ese hotel durante mi permanencia en
París.
Cesar
( Cato) Franco ex miembro del FER en
San Marcos me había dado la dirección de una oficina, vinculada al turismo, donde
trabajaba y que quedaba en dicho barrio.
Fui a buscarlo y después de casi una hora se apareció acompañado de su esposa
francesa.
Nos
fuimos al boulevard Saint-Germain donde nos sentamos a tomar unos tragos en una
mesa que estaba en la vereda de un restaurant, como es clásico en Paris, y poco
después se nos unieron Abraham Lama, Soriano, un par de peruanos y unas
francesas amigas de la esposa de Cato.
Cuando
anochecía las francesas pidieron la cuenta de todos, la pagaron y después de
despedirse se retiraron. Esa fue la única vez en mi vida que mujeres me pagaba
la cuenta y eran desconocidas!
Al
comentar este hecho con los demás peruanos que estaban con nosotros me dijeron:
Es normal acá.
Después
nos fuimos a conversar, cenar y tomar vino en un restaurante griego. A las dos
de la mañana me voy al hotel.
Al
día siguiente início mi tour personal con una guía turística que incluía planos
y las estaciones del subterráneo que había que tomar para un adecuado
desplazamiento.
Durante
mi adolescencia, mientras mi hermanos leían obras de julio Verne, yo leía las
obras de Alejandro Dumas lo que me hizo aficionado a la historia de Francia que
en la universidad se convirtió en “seguidor” de la revolución francesa a través de la lectura, y relectura hasta el
día de hoy, de libros como Historia de
la Revolución Francesa de Adolphe Thiers,
Robespierre de Ralph Korngold, Talleyrand de Jean Orieux, Fouché de
Stefan Zweig, La Revolución Francesa de Alistair Horne y muchos otros que no
figuran en mi biblioteca como la Historia Socialista de la Revolución Francesa
de Jean Jaures.
Hago
esta referencia porque explica de algún modo mi recorrido por Paris ya que el
primer lugar visitado fue el Palais Royal, originalmente llamado
Palais-Cardinal, que es un conjunto de galerías y jardines el principal de los
cuales tiene una pileta lo que me hizo recordar el famoso patio de derecho en
la antigua casona de San Marcos.
Rodeo
el Louvre y recorro el Jardín de las Tullerías, que formaba parte del Palacio
Real de ese nombre y que fue quemado durante el levantamiento de la Comuna de
París en 1871. En una de las entradas del Jardín de las Tullerías se encuentra
una estatua ecuestre de Juana de Arco realizada en bronce dorado
Recorro
los Inválidos y visito la tumba de Napoleón, el sardo de origen italiano
llamado Napoleone di Buonaparte que se convirtió en el primer emperador de los
franceses.
Después
me dirijo al bellísimo teatro de L'opera París y al Arco de Triunfo donde
figura el nombre del venezolano
Francisco de Miranda, único latinoamericano con ese honor.
Sigo
la gira hasta el Hôtel de Ville donde están las instituciones del gobierno
municipal de París y donde fue herido en la mandíbula y arrestado Robespierre
por haberse declarado en rebeldía a la Convención.
Esa misma noche fue trasladado a la cárcel de La Conciergerie y guillotinado al día siguiente. Era el 28 de julio de 1794, fecha que muchos historiadores consideran como el fin de la revolución francesa.
Esa misma noche fue trasladado a la cárcel de La Conciergerie y guillotinado al día siguiente. Era el 28 de julio de 1794, fecha que muchos historiadores consideran como el fin de la revolución francesa.
Recorro la
Catedral de Notre Dame de impresionante estilo gótico pero mejor es la Sainte
Chapelle que fue consagrada en 1248 y se destaca porque las paredes han sido
reemplazadas por vidrieras que
representan escenas religiosas y las columna son azules decoradas con flores de lis y rojas
decoradas con castillos de oro.
Cuando
llegó la hora de cierre fui el último en abandonar esta maravilla mundial.
Otra
noche de bohemia con los amigos peruanos.
Al
día siguiente visito el Louvre y necesitaría
un cuaderno para simplemente
mencionar todas las obras de arte que tuve la oportunidad de admirar hasta que
cerraron el museo.
El
último día fui a visitar el palacio de Versalles, bonito pero nada me emocionó.
Como anécdota contaré que en su interior no hay baños y un guía nos cuenta que
en su época de esplendor los asistentes, todos nobles por supuesto, hacían sus
necesidades tras las cortinas pegadas a la pared.
Por
eso necesitaban los famosos perfumes franceses.
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