viernes, 22 de abril de 2016

Presidente de UNIAPRAVI

Los años 70 del siglo pasado fue la década de mayor crecimiento de los sistemas de ahorro y préstamo para vivienda en América lo que,  posiblemente,  explique los numerosos viajes al extranjero que tuve que realizar en 1972 cuando ejercí la presidencia de la organización que las agrupaba,  es decir la Unión Interamericana para la Vivienda  UNIAPRAVI

Esos viajes eran para cumplir labores protocolares  por lo que seguramente guardo pocos recuerdos  ya que las labores ejecutivas las realizaba la Secretaria General con sede en Santiago de Chile a donde que tuve que realizar mi primer viaje.

Salvador Allende había asumido la Presidencia de la República  de Chile en noviembre de 1970 y a pesar que solamente tenía un año en el ejercicio de sus funciones  la guerra económica desatada en su contra se podía apreciar en el alto costo del dólar americano y los problemas de abastecimiento.

Se ha quedado grabado en mi memoria el día que asistì a la inauguración de una estación del subterráneo en Santiago (¡hace 44 años!)  y cuando el Ing.  Humberto Díaz,  ex presidente de la CORFO,  y el Dr. Ricardo García, Secretario General de UNIAPRAVI me  invitaron a cenar.

Al llegar al restaurante el comedor principal lucia lucía bastante deprimido pero me llevaron al fondo y después de identificarse por una ventanilla pasamos a un comedor donde la gente estaba bastante alegre disfrutando de excelentes platos y bebidas pero que ¡se pagaban en dólares! Las imágenes parecían sacadas de una película sobre la época de la ley seca en USA.

Poco después tuve que viajar a Asunción. Paraguay, para cumplir con una actividad programada por la Secretaria General a pedido de las asociaciones paraguayas. Asistí a una misa en guaraní ya que la mayoría de la población era bilingüe, según me informaron.

La parte incomoda  vino después ya que debí concurrir a una audiencia con el presidente de Paraguay que era nada menos que el general  Alfredo Stroessner quien ejerció una dictadura que duró 35 años.

Cuando llegamos al palacio presidencial nos hicieron pasar a un salón rectangular donde varias personas,  sentadas en sillones pegados a las paredes, esperaban ingresar al despacho presidencial cuya puerta estaba custodiada por un oficial al lado de una mesa con un pequeño cofre encima. 

Ricardo García se acercó al oficial y después de hablarle al oído sacó un sobre con dinero y lo puso en el cofre.

Al regresar donde estábamos sentados le dije
Dios mío ¿qué has hecho?
No te preocupes. Es una tradición histórica, me contestó

A fines de julio de 1972 tuve que viajar a Caracas para participar en la ceremonia de instalación de la sede de la Unión Interamericana de Ahorro y Préstamo para la Vivienda. En realidad debería decir de la supuesta instalación porque nunca se llevó a cabo.

Al día siguiente de mi llegada recibí una llamada telefónica de la Embajada del Perú para invitarme a una recepción que se daría con motivo de la visita de Mario Vargas Llosa, quien ya era un famoso escritor. 

Sorprendido por el hecho que supieran que me encontraba en Caracas pedí hablar con el embajador quien al contestarme me dijo Hola Tocayo te espero esta noche. Resulta que el embajador era Alfredo Ramos Suero compañero del CMLP.

Asistí al referido evento y tuve el gusto de conversar con Mario,  a quien no veía desde 1955 cuando estudiábamos en San Marcos.

El 28 de julio, almorcé con amigos venezolanos  festejando el día de nuestra independencia, y al dirigirnos al Palacio Miraflores me di cuenta que tenía problemas estomacales que se agravaron cuando,  al iniciar la ceremonia, me sentaron junto al presidente Rafael Caldera.

Al levantarme para leer mi discurso se produjo un vergonzoso ruido que nunca olvidaré.

De regreso a Lima el Presidente del Directorio del BANVIP, Arq. Manuel Valega, me dijo que había recibido una comunicación del Ministro de Finanza, Gral. Francisco Morales Bermúdez, en el sentido de que el suscrito disminuyera sus viajes al extranjero.

Hablé con el Gral. Morales quien me autorizó  a efectuar otro viaje a Centro América y a Houston, Texas,  para coordinar la realización de la próxima Conferencia Interamericana que se realizaría en esa ciudad. 

De ese viaje, del cual  recuerdo muy poco, tengo dos imágenes

La primera es la entrevista con el Dr. Joaquín Balaguer, Presidente de la República Dominicana, donde me dio la impresión de un pequeño y modesto profesor de primaria.

Al salir  de esa reunión los dominicanos me informaron que ese “profesor de primaria” tenía una larga carrera política, había sido dos veces Presidente de la República  (después lo fue por tercera vez ) y era prolífico escritor.

No hay que llevarse por las apariencias.

La segunda imagen que conservo se refiere a un viaje de Nicaragua a México ya que al subir al avión me pareció que todos los pasajeros eran de modesta condición socio económica.

Al arribar  al aeropuerto observé que los pasajeros al llegar al mostrador,  donde se verificaba la visa para ingresar a México,  entregaban los pasaportes con billetes de dólares entre sus páginas, el funcionario retiraba los billetes y decía: Conforme.

Eran los famosos “ilegales” con rumbo a USA








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