Luis E. Vargas Caballero

Cuando el 3 de octubre de 1968 las Fuerzas Armadas asumieron el poder,  tras un golpe de Estado al gobierno del Arq.  Fernando Belaunde Terry , tuve que quedarme como Gerente General Interino del Banco d l Vivienda del Perú BANVIP buscando algún contacto con las nuevas autoridades para poder firmar un contrato con el Banco Interamericano de Desarrollo BID,  por medio del cual se otorgaba al Perú un crédito por 12.5 millones de dólares para la construcción de viviendas populares.

Es en esas circunstancias que tengo el privilegio de conocer al Contralmirante Luis E. Vargas Caballero, Ministro de Vivienda y  futuro Vicealmirante y comandante general de la Marina de Guerra del Perú.

Durante los seis años que tuve contacto con el “Almirante” pude apreciar sus dotes de un verdadero caballero. La única vez que lo vi molesto fue en una ceremonia en Trujillo cuando estuvimos esperando en el estrado al sacerdote que iba a participar y éste llegó tarde.

Gracias al apoyo que brindó  a la propuesta que le presenté se aprobó el DL 17863 convirtiendo al BANVIP en el órgano financiero de la política de vivienda y dotándolo de las facultades y  recursos necesarios para tal fin.

En el ámbito personal tuvo la gentileza, en noviembre de 1969, de enviar a un edecán para averiguar mi estado de salud después de un accidente automovilístico y posteriormente me invitó a la boda de su  hija.

Recuerdo que una vez me llamó  por teléfono para preguntarme sobre la situación laboral de un pariente suyo que trabajaba en el BANVIP. 

Yo le dije que no podía un alcohólico estar encargado de Relaciones Publicas  por lo que lo había despedido.

Entiendo, me contestó

En otra oportunidad  me informó  por teléfono que un candidato a la Gerencia General a la Empresa Administradora de Inmuebles  EMADI había puesto en su solicitud mi nombre como referencia. Era Guillermo Hasembank Armas , compañero y amigo de la Universidad , así se lo dije y emitió la resolución nombrándolo.

No recuerdo en que año  el Almirante fue nombrado Comandante General de la Marina pero  ha quedado grabado en mi memoria que,  en mayo de 1974,  hubo una reunión de algunos  comandantes, capitanes de navío, vinculados al sector  vivienda que se reunieron  en la sala del directorio del BANVIP  para intercambiar información sobre la crisis  que se había generado  entre el General Velasco y la Marina. 

Esa crisis se resolvió con la renuncia del Almirante y su pase al retiro  manifestando que “no podía poner en peligro ningún navío peruano por causas políticas”

En agosto de 1979, en mi calidad de Presidente de la Cámara Peruana de Mutuales de Vivienda, di un emotivo discurso  en una ceremonia que, con ocasión  de cumplirse cincuenta años de  la reincorporación de Tacna al Perú, se realizó en  la Municipalidad de dicha  ciudad. Entre los asistentes se encontraba el Almirante por ser tacneño.

Al terminar la referida ceremonia las autoridades invitaron al Almirante a efectuar el tradicional izamiento de la bandera patria y para sorpresa de todos (y algunas molestias) el Almirante me pidió que lo acompañara lo que con evidente orgullo efectué.

Los años pasaron y al terminar  la misa en conmemoración del fallecimiento del ex Vice Ministro de Vivienda  Luis López Jiménez, veo que el anciano Vicealmirante Luis E. Vargas Caballero comienza a salir de la iglesia arrastrando los pies y apoyado en los brazos sus hijas. Realmente conmovido me acerco a saludarlo y le digo:

Soy Alfredo Tapia. Debido al tiempo transcurrido quizás no me recuerde.

¡Cómo voy a olvidar su discurso en Tacna! Me contestó

Esa fue la última vez que lo vi.